Muchos de nosotros hemos tenido un dolor localizado en la nalga que puede irradiar por la parte posterior del muslo y hemos pensado que era lumbago o una ciática, pero es muy frecuente -especialmente en corredores- encontrar como causa al piramidal. En este post hablaremos de esta patología y cómo ponerle fin.
Empezando por los conceptos básicos, debemos saber que el piramidal es el músculo que se encuentra por debajo del glúteo mayor. Por norma general, el músculo piramidal es un músculo que tiende a la hipertrofia y al endurecimiento, lo que puede desencadenar el llamado síndrome piriforme o más comúnmente llamado el síndrome del piramidal.
En la anatomía, en el 80-90% de las personas el nervio ciático no cruza el piriforme, pero en el 10-15% el nervio sí pasa a través de él, de manera que puede afectarse también el nervio ciático.
En la siguiente imagen podemos ver la relación entre el músculo piriforme y el nervio ciático:
Este síndrome se suele llamar falsa ciática o pseudociática, porque da la misma sintomatología de una ciática pero no es causado por una afectación de nervio a nivel de la columna vertebral, sino que se produce cuando el músculo se tensa, presionando así al nervio.
¿Qué síntomas se refieren ante esta patología?
Lo más frecuente es que los pacientes describan una sensibilidad aguda en las nalgas y un dolor similar a la ciática que desciende por la espalda hasta la parte posterior del muslo, pantorrilla e incluso hasta el pie. Estos síntomas con frecuencia empeoran después de estar sentado mucho tiempo, caminar o correr.
¿Cuál es el mejor tratamiento en este caso?
El tratamiento del síndrome piramidal va a depender del enfoque del fisioterapeuta, pero se ha comprobado que se obtienen mejores resultados al incorporar técnicas invasivas como la punción seca a las conservadoras dentro de un mismo tratamiento.
¿De qué trata y cómo funciona esta técnica?
Bien, la punción seca es una técnica muy conocida en la fisioterapia actual, especialmente en el mundo del deporte, en ella lo que queremos conseguir es producir un efecto mecánico en la banda muscular que se encuentra dañada –en este caso en la del músculo piramidal- y desactivar el punto gatillo que se encuentra en ella, consiguiendo de la misma forma la relajación del músculo en cuestión.
Esto lo conseguimos a partir de la introducción de una aguja en el tejido afectado, para provocar que el sistema nervioso central empiece un proceso de regeneración de este músculo, haciendo desaparecer los síntomas de dolor tanto el local como el referido por la pierna.
Esta técnica es una de nuestras armas más potentes en el tratamiento del dolor miofascial junto con el ejercicio, ya que da muy buenos resultados.
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