La tortícolis congénita es una condición que se observa en recién nacidos, caracterizada por la inclinación de la cabeza hacia un lado con el mentón girado hacia el lado opuesto. Esta afección es causada generalmente por una contractura o acortamiento del músculo esternocleidomastoideo (ECM) en uno de los lados del cuello.
¿Qué es la Tortícolis Congénita?
La tortícolis congénita, también conocida como tortícolis muscular congénita, es una condición en la que el músculo esternocleidomastoideo (ECM) está acortado o contraído de manera anormal, lo que provoca una inclinación de la cabeza hacia un lado y una rotación hacia el lado opuesto. Esta condición puede ser detectada poco después del nacimiento y, si no se trata adecuadamente, puede llevar a problemas de desarrollo y deformidades craneofaciales.
Causas de la Tortícolis Congénita
Las causas exactas no siempre están claras, pero algunos factores que pueden contribuir incluyen:
- Posición fetal inadecuada: Una posición anormal del feto en el útero puede ejercer presión sobre el ECM.
- Trauma durante el parto: Lesiones en el músculo durante el parto pueden causar cicatrices y contracturas.
- Anomalías congénitas: Algunas anomalías musculares y óseas pueden predisponer a esta condición.
Diagnóstico de la Tortícolis Congénita
El diagnóstico de la tortícolis congénita generalmente se basa en el examen físico. Los médicos buscan signos de inclinación de la cabeza, limitación del rango de movimiento en el cuello y la presencia de un bulto o endurecimiento en el músculo ECM. En algunos casos, pueden ser necesarios estudios de imagen, como ecografías, radiografías o resonancias magnéticas, para evaluar el grado de contractura muscular y descartar otras condiciones.
Tratamiento con fisioterapia pediátrica:
La fisioterapia es el tratamiento principal y más efectivo para la tortícolis congénita. Los fisioterapeutas pediátricos utilizan una variedad de técnicas para alargar el músculo ECM afectado y mejorar el rango de movimiento del cuello.
Técnicas de fisioterapia:
- Estiramientos Pasivos: Los estiramientos suaves y pasivos del músculo ECM son esenciales para alargar el músculo acortado. Estos estiramientos deben realizarse varias veces al día y pueden ser enseñados a los padres para que los realicen en casa.
- Terapia de Posicionamiento: Colocar al bebé en posiciones que fomenten el estiramiento del músculo afectado y promuevan la simetría del movimiento de la cabeza es fundamental. Esto puede incluir el uso de cojines de posicionamiento y almohadas especializadas.
- Estimulación Visual y Auditiva: Colocar juguetes, luces o sonidos en el lado opuesto de la contractura puede animar al bebé a girar la cabeza y fortalecer el músculo afectado.
- Masajes y Manipulación Suave: Los masajes suaves en el área del músculo ECM pueden ayudar a reducir la tensión y promover la relajación muscular.
Intervenciones Quirúrgicas:
En casos severos o cuando la fisioterapia no resulta efectiva, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para liberar el músculo ECM. Esta cirugía, llamada liberación del ECM, implica cortar o alargar el músculo para corregir la postura de la cabeza. Sin embargo, la mayoría de los casos pueden ser tratados con éxito mediante fisioterapia y manejo conservador.
Medidas de cuidado:
Los padres pueden desempeñar un papel crucial en el tratamiento de la tortícolis congénita siguiendo las recomendaciones del fisioterapeuta y practicando ejercicios y técnicas de estiramiento en casa. Algunas medidas incluyen:
- Promover el tiempo boca abajo: Colocar al bebé boca abajo mientras está despierto y supervisado puede ayudar a fortalecer los músculos del cuello y mejorar la simetría del movimiento.
- Evitar posiciones que favorezcan la contractura: Minimizar el tiempo que el bebé pasa en dispositivos que restringen el movimiento de la cabeza, como sillas para bebés y columpios.
- Utilizar juguetes y estímulos visuales: Fomentar que el bebé gire la cabeza hacia ambos lados utilizando juguetes y estímulos visuales atractivos.
Conclusión
La tortícolis congénita es una afección tratable que, con intervención temprana y adecuada, generalmente se resuelve sin complicaciones a largo plazo. La fisioterapia es el tratamiento de elección y puede ser complementada con medidas de cuidado en el hogar y, en casos severos, con intervenciones quirúrgicas. Si sospechas que tu bebé tiene tortícolis congénita, es crucial buscar la evaluación de un profesional de la salud para comenzar el tratamiento lo antes posible y asegurar un desarrollo saludable del bebé.
Si necesitas más información o si quieres pedir cita, ponte en contacto con nosotros.
Te estaremos esperando!
ContactarReservar cita