El vértigo aun no siendo una de las manifestaciones más oídas se presenta con una alta incidencia, según un estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine se ha visto que los mareos y el vértigo son muy frecuentes en la población, con una prevalencia de hasta un 23%.
En esta entrada vamos a explicar de qué se trata, sus causas principales y su mejor abordaje en cuanto a tratamiento en osteopatía y fisioterapia.
¿Qué es realmente el vértigo?
Bien, antes de nada, debemos aclarar que estamos ante un síntoma, no se trata de una enfermedad. Este síntoma puede aparecer de forma única y aislada por una causa concreta o puede presentarse formando parte de un cuadro clínico correspondiente a los síntomas de una patología.
El vértigo es un síntoma que genera un malestar traducido en una sensación de desequilibrio e inestabilidad. Produce una gran inseguridad e incapacidad para movernos, pudiendo llegar incluso a tener sensación de náuseas y desmayo. A estos síntomas se une la sensación de que las cosas giran, como si todo diera vueltas. Puede durar algunos instantes o incluso bastantes horas, incluso viéndose acompañado de incapacidad de enfoque ocular o pérdida de audición.
¿Cuáles son sus posibles causas?
Una afectación tan frecuente como es la patología de la columna cervical puede generar vértigos. Aquí entran en escena varias estructuras cervicales que acaban repercutiendo en la buena función del nervio encargado en gran medida del equilibrio, el nervio vestibular.
Problemas en la musculatura cervical
Principalmente la musculatura lateral corta cervical y los suboccipitales pueden generar una compresión de la arteria vertebral cuando se sobrecargan. Esto provoca que se afecten las ramas que vascularizan el cerebro y el oído interno, generando una alteración en el funcionamiento de las estructuras que irriga y provocando tal vértigo.
Disfunción craneal
El nervio vestibular puede verse afectado también por su compresión en los canales por los que pasa debido fundamentalmente a una mala movilidad y biomecánica de los huesos y músculos, pudiendo alterar la función nerviosa del VIII par craneal
Falta de movilidad cervical y cervicodorsal
Una disfunción o hipomovilidad en la columna cervical y dorsal permitirían una compresión en la arteria vertebral afectando a su flujo, e incluso al sistema vestibular. Además, los niveles vertebrales de la charnela cervicodorsal corresponden a los centros medulares simpáticos de control arterial, por lo tanto, a las zonas medulares que mandan la orden correcta para la buena fisiología vasomotora de tales arterias.
Oído interno
En él encontramos unas sustancias llamadas otolitos que se mueve según nuestra postura y movimiento, haciendo partícipe al cerebro de captar tal posición. Cuando esta sustancia se encuentra fuera de lugar o no responde de la forma adecuada según nuestros cambios posturales se altera la interpretación de dicha posición pudiendo desencadenar el vértigo
Alteración del sistema propioceptivo
Los propioceptores son unos receptores localizados en nuestro cuerpo que indican al cerebro la posición de cada parte del mismo para que involuntariamente seamos capaces de reconocer nuestra posición global respecto al entorno y situación en la que nos encontramos. A veces, pueden producirse incoherencias entre la información enviada por cada uno de los sistemas y entonces será cuando el cerebro pierda parte de su capacidad reconocer tal posición y responderá con una sensación de malestar a través del vértigo.
¿Qué podemos hacer para abordar esta sensación una vez ha aparecido?
En la mayoría de los casos con las que nos encontramos la causa suele estar, no en la estructura en sí, sino en la columna cervical. Una vez realizado un diagnóstico previo y haber analizado aquellas estructuras que sufren bloqueos, se puede llevar a cabo un tratamiento adecuado a partir de la estimulación de los mecanismos internos para, así, restaurar el equilibrio y la función.
Con osteopatía contamos con un seguido de maniobras y técnicas que nos sirven para actuar sobre la estructura afectada buscando restituir la irrigación. Una vez corregida tal disfunción con las manipulaciones convenientes, el organismo desarrolla su propio mecanismo de curación, consiguiendo que los vértigos desaparezcan.
¿En qué consisten las manipulaciones vertebrales?
Básicamente son maniobras realizadas sobre la columna cervical para provocar su movimiento. Son unos movimientos rápidos, de corto recorrido que afectan sólo -o, sobre todo- a una vértebra en concreto.
Cuando realizamos esta maniobra, no sólo nos permite ganar movilidad y flexibilidad de los segmentos vertebrales que se encuentran bloqueados, sino que también estamos provocando un cambio en la anatomía, fisiología y biomecánica normal de las vértebras y estimulamos un cambio en el sistema nervioso autónomo (SNA) y, por lo tanto, de la información sensorial que afecta a las vías eferentes de los niveles segmentarios en los que se le aplica esta maniobra.
Es decir, a partir de la estimulación del SNA se transmite información desde la corteza hacia los órganos periféricos, regulando con ello, la actividad involuntaria corporal.
En nuestro centro Fisioterapia i Osteopatia Ferran Espejo contamos con la práctica y las herramientas para realizar el mejor tratamiento en cada caso, tanto en caso de vértigo como en cualquier patología o lesión.
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