Que es?
La bursitis trocantérea más conocida como trocanteritis es la inflamación de las bolsas sinoviales que cubren el trocánter mayor de la articulación de la cadera.
Las bolsas sinoviales son sacos gelatinosos que se encuentran en todo el cuerpo, como por ejemplo alrededor del hombro, el codo, la cadera, la rodilla y el talón. Están ubicados entre los huesos y los tejidos blandos, actúan como amortiguadores para reducir la fricción en las articulaciones.
En la parte lateral de la cadera, existen cuatro bolsas sinoviales que acostumbran a inflamarse e irritarse. Tres son constantes: dos mayores y una menor.
La más grande e importante se localiza entre el músculo glúteo mayor y el tendón del músculo glúteo medio. Esta última bolsa permite el deslizamiento de la porción anterior del tendón del músculo glúteo mayor y del músculo tensor de la fascia lata cuando pasan sobre el trocánter mayor del fémur para continuarse con el ligamento iliotibial. Por consiguiente, cualquier proceso inflamatorio de esta bolsa dará lugar a la clínica de bursitis trocantérea.
Síntomas:
La bursitis se caracteriza por dolor a la presión, constante e intenso en el trocánter mayor del fémur. Puede irradiar por la cara lateral del muslo hasta la rodilla, a lo largo del tracto iliotibial. El dolor generalmente es unilateral y provoca cojera. Empeora con el movimiento, al subir o bajar escaleras, andando un largo tiempo o incluso cuando cambiamos de postura durmiendo.
Causas:
La Bursitis trocantérea generalmente está provocada por la fricción constante entre la bolsa que separa las fibras de los músculos glúteos del trocánter mayor del fémur.
- Movimientos repetitivos de vaivén sobre la bolsa del trocánter mayor.
- Traumatismos agudos o repetitivos: caídas o deportes de impacto.
- Mala biomecánica en la marcha
- Debilidad musculatura cadera y musculatura pelvi trocantérea.
- Alteraciones en rodilla o pie
- Sobrepeso
Tratamiento:
En nuestra clínica abordamos esta patología mediante:
El láser de alta potencia con el equipo K-LASER promueve la regeneración celular a través de una bio-estimulación de manera indolora y no invasiva. Provoca un entorno óptimo para reducir el dolor.
Las ondas de choque favorecen la recuperación del tejido dañado.
Por último y no menos importante, la readaptación funcional con una pauta de ejercicios personalizada para cada paciente para trabajar la debilidad de la musculatura pelvi trocantérea.
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